Sobremesa de domingo: duración y secuencia
Dannis– Qué bien hemos comido. Hace meses que no tengo una sobremesa tan tranquila.
– Total. Llevamos hora y media charlando y todavía queda café.
– Yo, desde hace un año, intento cenar más temprano, pero los domingos me rindo a la tradición.
– Después de comer, un cortado me sienta de lujo; luego damos un paseo por el barrio, ¿no?
– Sí, y luego, si os apetece, pasamos por la plaza a tomar algo.
– Ojo, que llevo desde las dos sin mirar el móvil; ¡milagro!
– Pues seguimos un ratito más; hace un rato que hemos pedido la tarta, ¿llega ya?
– Ahora viene. Después de la tarta, recogemos y luego me voy a echar una mini siesta.
– Perfecto. Yo llevo todo el fin de semana pensando en desconectar; esta sobremesa es oro.
– Venga, brindamos con el café y salimos. ¡Luego paseo y a casa!